En su primer caso desde que volvió a la brigada de Homicidios Especiales, Harry Bosch tiene que investigar el asesinato de un médico con acceso a un peligroso elemento radiactivo. Al volver sobre sus pasos, Bosch descubre que poco antes se robó una gran cantidad de cesio radiactivo. Con el cesio en manos desconocidas, Harry teme que el crimen forme parte de un complot terrorista para envenenar una gran ciudad. Bosch no tardará en encontrarse en una carrera contra el reloj que no solo lo enfrenta a los culpables, sino también al Departamento de Seguridad Nacional y el FBI, incluyendo a Rachel Walling, su antigua pareja, todos ellos convencidos de que el caso es demasiado importante para la policía. A Bosch le corresponderá demostrar que están equivocados.